En esta trilogía puedes explorar las características, en pensamiento, emoción y acción, que recoge cada uno de los roles que nos mantiene a las personas ancladas a lo que yo llamo el “triángulo de las Bermudas”.
Este triángulo dramático está compuesto por el “rol de la salvadora”, el “rol de la perseguidora” y el “rol de la víctima”. Todos y cada uno de ellos desdibujan nuestra experiencia humana y nos empujan de lleno a un camino bastante sombrío, que nos aleja de nuestro SER, de nuestra Esencia.
Ninguno de estos roles es más peligroso que los otros dos que lo acompañan, y así mismo, ninguno es más dulce. Aunque bien es cierto que socialmente, fruto de lo que se siembra en el subconsciente colectivo, los hay más aplaudidos o mejor vistos.
Entrar en este triángulo sombrío implica perderse para vagabundear emocionalmente, mentalmente, físicamente y energéticamente, alternando los roles según las circunstancias que se presentan en la vida.